viernes, diciembre 28

Niños y niñas del mundo, os convoco a dar con Santa Claus


Podría descubrirse el lugar donde el gordito habita, seguirlo y saludarle, presentarle los deseos en persona y de más sin causarle daño. No habló de planes sofisticados, no, es algo sencillo. El próximo año o, para aquellos a quienes los visitan los Reyes Magos y quieran efectuarlo, la idea es esta:

Cuando vayan a dormir y dejen las tradicionales galletas y vaso con leche para el Ho-ho-hocoso personaje, añadan un toque (un poco demasiado grande) de laxante y asegúrense de que la puerta del baño de la casa se abra con maña, con una que solo ustedes conozcan (pues sus padres podrían liberarlo, están unidos)… por la mañana ¿qué tendrán? Un Santa atrapado.

Otro buen experimento que recomiendo ampliamente, para todos aquellos que usan la trillada frase de “cuando los cerdos vuelen” y otras similares, es la siguiente: deja las galletas y la leche del gordito en paz, pero ofrece algo a sus nobles renos con una carga bastante generosa de la mencionada sustancia. Hanzel y Gretel sabrán lo que es dejar un verdadero rastro de camino a casa…

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