viernes, diciembre 28

Niños y niñas del mundo, os convoco a dar con Santa Claus


Podría descubrirse el lugar donde el gordito habita, seguirlo y saludarle, presentarle los deseos en persona y de más sin causarle daño. No habló de planes sofisticados, no, es algo sencillo. El próximo año o, para aquellos a quienes los visitan los Reyes Magos y quieran efectuarlo, la idea es esta:

Cuando vayan a dormir y dejen las tradicionales galletas y vaso con leche para el Ho-ho-hocoso personaje, añadan un toque (un poco demasiado grande) de laxante y asegúrense de que la puerta del baño de la casa se abra con maña, con una que solo ustedes conozcan (pues sus padres podrían liberarlo, están unidos)… por la mañana ¿qué tendrán? Un Santa atrapado.

Otro buen experimento que recomiendo ampliamente, para todos aquellos que usan la trillada frase de “cuando los cerdos vuelen” y otras similares, es la siguiente: deja las galletas y la leche del gordito en paz, pero ofrece algo a sus nobles renos con una carga bastante generosa de la mencionada sustancia. Hanzel y Gretel sabrán lo que es dejar un verdadero rastro de camino a casa…

Las historias de Jesús…



Tirado sobre la cama, con mis buenos deseos navideños y el interés por la gala de programas que saltan, sea en navidad, sea en semana santa, me encuentro con algunos de cierto canal donde, no sé por qué, hablen de lo que hablen concluyen con que el Nazareno se fugó con la Magdalena que, dicho sea de paso, siempre es bajo la versión “históricamente confirmada” de ser la prostituta. Sea.

Al final, una de sus conclusiones sobre la última cena a la que se le dieron sesgos de bombo y platillo, con el suspenso creado por la pausa comercial, la respuesta cuál era la posición de los discípulos durante la última cena (cha-chán!!). Mi primer pensamiento cuando enviaron a la pausa, fue: pues alrededor, ¿no?, digo, cenaron en bola. Tremenda equivocación, me han salvado de mi ignorancia una vez más. La investigació histórica descubrió, con grandes esfuerzos y recurrir a cuantas fuentes sea posible, y etc., que: Juan debía estar muy cerca de Jesús, pues la cabeza del primero reposaba sobre el Maestro, en tanto que Judas, también debía estar cerca, pues mojaron el pan…

Neta que ni la revelación nos dio los detalles que la ciencia, por eso, alabados los héroes que nos dieron patria y la historia que los respalda… nunca me cansaré de repetirlo… iré a escuchar nuestro coherente himno nacional mientras veo la realidad en que se manifiesta allá afuera.

Y siguen las anécdotas...

Quisiera aclarar, nuevamente, que no son inventadas (en el fondo me gustaría que sí lo son, pero no, me han sucedido), por otra parte que todas han sucedido al autor en momentos cercanos a su publicación, no se recurre a aquellas memorias de años mejores o a las de allegados.

Así pues, again un diálogo:

Empleada. – Son $89.00
Lord V. – Ok (entrego un billete de $100.00)
E. – No tendrá los nueve pesos.
L. – Déjeme ver… (buscar en bolsillo , sale una moneda) ¿Sirven diez?
E. – Sí, está bien (toma el dinero, abre la caja y devuelve el cambio)

Ya sé, no tiene gracia. Se explica la cuestión del dinero, “el cambio”. Me dio cuatro monedas de cinco y dos de 50 centavos… ¡No me vengas!

sábado, diciembre 22

Lectores de filobazofía...

Hemos tenido un lector...

...por fortuna logramos fotografiarle, pese a negarse

a la publicación de su imagen, aquí está, él pasó por

http://www.filobazofia.blogspot.com/,

y aquí está:

(Me refiero a la bola de mezquite, perfecta para acompañar nuestros interesantes comentarios)


Fuera de todo, compárese el tamaño del mezquite con el auto detrás... es lo bueno de vivir en un rancho grande... ciudad

Un poco de sacrificio…

En ocasiones pareciera que uno debiera sacrificarse en pos de un bien mayor, así, es posible autohumillarse un poco (o un poco bastante) a favor de fastidiar a alguien más, siempre y cuando no haya problemas con la jerarquía axiológica propia (o sea de valores). En lo personal me molestan los promotores de tarjetas de crédito. Aquí la breve historia:

Joven. – Buenas tardes señor, me permite ofrecerle este volante.
Lord V. – Sí (tomo el papel). Gracias.
J. – Señor, tenemos la tarjeta de X en promoción, todo lo que compre en la tienda estará a n meses sin intereses… ¿le interesa?
L. V. – Joven, de momento no tengo trabajo, todo lo que compre no podré pagarlo y seguiré desempleado varios meses… ¿todavía le interesa?

Él abrió sus ojos muy grandes, la voz se le tambaleó, susurro un “gracias” forzado y estaba a punto de retirarse con un rostro de no saber qué hacer y fastidio, me obligó a contener la risa y, entonces, iba yo acompañado por mi señora que dice: “sí, yo lo mantengo… pero no es para que lo andes presumiendo y gritándoselo a todos… sigue con eso y te rebajó la quincena, además de que ya no tienes la casa tan limpia, ni estás cocinando tan bien…”

Ahí sí, el joven huyó. Bien, no es muy gracioso, debieron haber estado ahí para verle el rostro y la forma en que se retiraba. Como sea, es una buena forma de deshacerse de ellos…

Eso es el sacrificio, permitir un mal en pos de un bien mayor que, en la conciencia de quien realiza el sacrificio, se encuentra ya dado aún cuando de hecho no pueda proyectarse todavía, en este caso, la contención de la risa, tal vez nunca hubiera reído si sucediese algo enseguida que me fastidiará pero, en la realización del acto, ya la tenía ganada. Así los padres dan por hecho el bien de sus hijos (que los desmentirán a los cinco minutos), así lo mártires (lo que dice Nietzsche es falso, no hay separación de realidades, no se espera pasar de una a la otra, para la conciencia religiosa se participa de ambas, al final, solamente se inclinará péndulo hacia alguna)… pero vaya, no invoquemos la honrosa presencia de los temas trascendentes y el intelectualismo barato que ya tuvimos bastante con el arranque de “y si… y sí la ironía”

Otra anécdota culturosa (o intelectualoide)…

Hubo una exposición comercial en este gran rancho que llaman ciudad por mera formalidad, en ella encontré un puesto de litografías al que me acerqué. Una joven, encargada del lugar se acercó.

Ella. – Buenas tardes, ¿puedo servirle en algo?
Lord V. – Sólo estoy viendo. Gracias.
E. – Busca algo en especial, ¿un autor? ¿alguna corriente?
L.V. – (Sorprendido pensé, ¡caray, parece que si ha de saber!) Hay un autor… (Duda)
E. Sí, dígame cuál es, a ver si tenemos algo…
L. V. – Se llama Friedrich… es alemán
E. - ¿Friedrich?... No, no tenemos nada de él… ¿busca alguna de sus pinturas en especial?
L. V. – Hay una… (Ella gesticula para que la describa) es de noche, un paisaje nevado, una procesión marcha a la entrada de lo que parece un cementerio abandonado… se ve una puerta muy grande y lo que parecen algunas lápidas atrás…
E. – No la tenemos… ¿qué tipo de colores o imágenes maneja?
L. V. – De él me gustan los paisajes nocturnos, serían colores oscuros…
E. – Perdón, ¿de qué estilo me dijo que era?
L. V. – (Casi con esperanzas, pero no, porque siempre hay que apostar a la ignorancia de la gente) Romanticismo… del romanticismo alemán…
E. – (Su cara gesticula extraño, le escapa una mirada un tanto despreciativa y de sorpresa) No joven, nosotros no manejamos eso… tenemos pinturas de mujeres pero de estilo clásico… (mis ojos decían, muy claramente, “no mame”)… así (señala un cuadro) con vestido y todo… vaya allá (señala otro puesto), allá sí venden imágenes y posters de mujeres y de parejitas… a ver si haya encuentra algo que le guste… (me retire antes de que finalizará o creyera que la miraba lascivamente).


…che día sucks
Créame señorita, si quisiera porno sabría donde conseguirlo, ¿para qué pregunta como si supiera si no sabe lo que es un cosa que se llama “historia del arte” en lo más básico?

… y no quiero hablar de los empleados de librerías que deben ingresar datos a una computadora…

…y, el colmo de la jodidez, fui a caminar al centro, lleno de tiendas y, que veo, un establecimiento de litografías y, enfrente, uno de posters. Entró al de litografías y, para no fastidiar tanto, digamos que a grandes rasgos la misma situación…

Otro letrero...

Este letrero se encuentra en el mismo lugar que los de los sanitarios, corra en un sentido y otros que luego iré subiendo. Tres cosas:

1. Los letreros enunciados, ¿cuentan como anomalías?

2. Han visto al 90% de quienes por ahí atraviesan, ¿cuentan como anomalía?... es en serio, he visto personas que deberían llevar un letrero de “Cuidado: Doble remolque”, a lo menos de “semi-remolque”, o siameses integrados, es decir, a fuerzas que son dos pero nadie lo ha notado, no es posible estar de ese cale, etc.

3. Si está prohibido tirar la basura… ¿en qué chingados uso los depósitos, para qué son?


Dulces indecentes




¿Alguien ha logrado hacer lo contrario?


Dicen que quien se dedica más a las letras y el pensamiento es malo en las actividades físicas, un cliché bastante habitual, pero creo que esto excede por completo las posibilidades de, inclusive, todo deportista. Neta, ¿cómo chingados se la hace para correr en dos sentidos a la vez?, más fácil, no correr, sino caminar ¿cómo?… y eso sin meternos en jales de física y de más.